Cómo afecta el running a nuestra piel

 En Estética

Salir a correr se ha convertido en uno de los deportes más practicados en los últimos tiempos. Ya sabemos que la práctica de actividad física a diario es beneficiosa para la salud, ya que ayuda a evitar el aumento de peso y, con ello, previene enfermedades como la obesidad. Sin embargo, si no tomamos ciertas precauciones, nuestra piel puede sufrir cierto desgaste cuando corremos. ¿Sabes cómo afecta el running a nuestra piel?

Descolgamiento facial: ¿mito o realidad?

Existe una teoría según la cual las personas que practican running de forma frecuente sufren un descolgamiento facial causado por el impacto que tiene este deporte en la piel. Dicha teoría, también conocida como «cara de correr», no cuenta con ninguna evidencia médica que la demuestre, por lo que no podemos afirmar que el descolgamiento se produzca directamente por correr. Algo que sí que ocurre con las mamas, ya que al correr se estiran los tejidos conectivos que hay en el pecho y estos se van descolgando poco a poco.

Entonces, ¿no tenemos que preocuparnos de nuestro rostro cuando corremos? Sí, debemos, porque existen una serie de factores que pueden influir de forma negativa en la salud de la piel. Te lo explicamos a continuación.

 

Cómo afecta el running a nuestra piel

Pérdida de grasa

Lo primero que debemos tener en cuenta cuando realizamos ejercicio intenso es que se produce una pérdida de grasa y, por tanto, nuestro rostro pierde volumen. Aunque en determinadas zonas nos interese esa pérdida de volumen, en la cara puede causar un envejecimiento de la piel. Y, si este se produce, necesitaremos recuperar el volumen perdido con un tratamiento antienvejecimiento. Para este cometido, el ácido hialurónico es uno de nuestros mejores aliados, ya que es una sustancia capaz de devolver ​el volumen perdido, ​la tensión necesaria a la piel y, al mismo tiempo, estimular la producción de colágeno para aumentar su grosor.

Deshidratación

Cuando corremos debemos prestar mucha atención a la hidratación. Si no hidratamos nuestra piel correctamente, corremos el riesgo de que se deshidrate, perdamos más grasa de lo habitual y, entonces sí, la piel se descuelgue. Por tanto, podemos decir que ese descolgamiento facial al que hacíamos referencia al inicio de nuestro post no se produce directamente por el mero hecho de correr, sino más bien por la deshidratación que se produce si no tomamos las medidas adecuadas. Por eso, una buena crema hidratante puede ayudarnos a evitar el problema.

Factores medioambientales

Practicar ejercicio al aire libre nos hace sentir mejor y nos permite estar en contacto con nuestro entorno. Sin embargo, debemos tener en cuenta los factores ambientales que nos rodean, que pueden dañar nuestra piel. No solo el sol, causante del fotoenvejecimiento, sino también el viento y el frío. Estos últimos hacen que la piel se reseque y también envejezca de forma prematura, por lo que en los meses de otoño e invierno debemos protegernos con una buena crema solar igual que cuando salimos a correr en verano.

 

Hemos visto cómo afecta el running a nuestra piel, pero también es preciso señalar que la práctica de deporte al aire libre le aporta ciertos beneficios. Entre otros aspectos, mejora el tono de la dermis debido a que se produce un aumento de los capilares y, con ello, un mejor riego sanguíneo. Por lo tanto, toma las precauciones necesarias, pero no dudes en salir a practicar ejercicio diariamente. Mejorarás tu salud, te sentirás mejor y desconectarás de tu rutina habitual.

Recommended Posts
Rejuvenecimiento de manos: ¿Cómo conseguirlo?Postrolane, el nuevo tratamiento contra la grasa localizada